El primer día tuvimos que hacer tres turnos para todos los niños que llegaron..., lleno total y desbordamiento.
Enseguida hubo un sistema perfectamente organizado donde se ofrece este servicio a los menores con situación de mayor necesidad, perfectamente identificados y que acuden cada día.
Después de dos meses de funcionamiento el balance es muy POSITIVO, los niños acuden regularmente y son constantes.
Los niños están identificados y tienen el correspondiente permiso del familiar-tutor.
Aquí los podéis ver disfrutando felices en su primer día de comedor.